“Antes del fin”
de Ernesto Sábato
Por Pablo Andrés Rial
Recién llego a mi casa, vengo de visitar a mi mamá, fuimos a merendar juntos a un café ubicado en la calle Boulogne Sur Mer, justo enfrente de la estación Longchamps, lado este. Lugar que comenzamos a frecuentar, después de que falleció mi papá.
Hoy conversamos largo sobre lo cotidiano, siempre que eso pasa, sus ojos verdosos vidriosos cuasi oscuros denotan cansancio y cierta lucha interior que proclama calma, algo así como lo que pude apreciar esta tarde en ella, fue lo que contuve y me dejó hace un mes atrás la lectura titulada “Antes del fin” del escritor, físico y pintor argentino Ernesto Sábato (1911-2011) autor de otras destacadas obras tales como “Sobre héroes y tumbas” y “El túnel”.
Sábato escribe en “Antes del fin” (1998) un compendio de su vida personal, política, artística y literaria, lo abarca todo sin ninguna clase de tapujos, con una actitud desprendida del espanto, pero con un miedo y una pena inconmensurable. La obra se encuentra dividida en tres capítulos: Primeros tiempos y grandes decisiones, Quizá sea el fin y El dolor rompe el tiempo. Pareciera leerse como se siente, una catarata caudalosa de sentimientos y reflexiones que están lejos de cualquier tiempo pero que sin embargo hace presencia el orden cronológico.
Por alguna razón el efecto de la lectura es navegar mar adentro de la identidad, muy lejos y tan próximo a la vez, donde pretende conservarse, escoltarse, prohibirse del olvido, hacer de ella un intento de retenerse y quedar impregnada, al menos, casi como un último consuelo, en unas cuantas hojas de un libro.
Existe un relato muy nostálgico ni bien comienzan las palabras preliminares del libro, seguida a los capítulos que les he nombrado: Sábato se estaba despidiendo, pero no renunciando del lector. Él evoca recuerdos familiares, de su pequeño hermano fallecido, se refiere a la figura amorosa de su madre y a la relación tensa con su padre. Sus primeros pasos en la militancia comunista también están allí escritos como así también el fracaso que después reconoció, tuvo el partido.
Los pensamientos de Ernesto ofrecen un panorama catastrófico del mundo aquel que lo circunda. Hace hincapié en el factor tecnológico, al que considera una amenaza para la sociedad y al capitalismo como la enfermedad crónica de todos los tiempos. En otras páginas se puede ver a una persona haciendo testimonio de su crisis y determinación cuando se topa con la bifurcación de su camino (soltando definitivamente su carrera profesional y laboral como físico prestigioso y volcándose de lleno a ser escritor), por último, no quiero dejar pasar, que cuenta acerca de sus relaciones un tanto agridulces con Victoria Ocampo, Borges, y todos aquellos artistas de la época, su vínculo con el surrealismo en Europa. Las últimas páginas están dedicadas a su amada esposa Matilde y a su hijo Jorge, quién pierde la vida tras un accidente de tránsito. Para concluir dedica una suerte de carta, con palabras de aliento, para la juventud de la época.
Pienso que al leerse “Antes del fin”, puede dar la impresión de ser el suspiro de una derrota, sin embargo, también se percibe el anhelo por un nuevo comienzo, un respirar profundo y esperanzado de un porvenir mejor.